miércoles, 27 de febrero de 2008

“DE ORGANIZACIÓN Y LUCHA”


El día de ayer 26 de febrero del año en curso; comuneros indígenas de todos los cabildos del Cauca, se dieron cita en la Arcada de la Herrería de la capital caucana. En el encuentro, se enmarcó en las denuncias por los atropellos, muertes y desapariciones cometidos por miembros de la Fuerza Pública y del ESMAD (Escuadrón Móvil Anti Disturbios) contra sus comuneros.
En dicho espacio se desarrollaron además actividades artísticas y musicales propias del su folclor.

En el el profesor GUSTAVO MONCAYO, quien desde hace varios meses viene adelantando un amplio recorrido por todo el paìs pronunciándose a favor de un acuerdo humanitario que posibilite la liberación de los secuestrados en poder de la guerrilla colombiana de las FARC, entre ellos su hijo, Pablo Emilio Moncayo y un NO rotundo al Rescate Militar de los secuestrados.

lunes, 25 de febrero de 2008

ENTREVISTA CON GUSTAVO MONCAYO



EXCLUSIVA
Para Agencia de Comunicaciones del Sur
ACSUR COLOMBIA


MONCAYO: “No solamente son las liberaciones de los secuestrados, para solucionar esto hace falta mucho más”.

El pasado 20 de febrero, en visita realizada a la capital del departamento del Cauca, el profesor Gustavo Moncayo, quien desde hace varios meses viene adelantando un amplio recorrido por Colombia pronunciándose a favor de un acuerdo humanitario que posibilite la liberación de los secuestrados en poder de la guerrilla colombiana de las FARC, entre los que se encuentra su hijo, Pablo Emilio Moncayo, dialogó con nuestros corresponsales en la zona, sobre la situación actual del proceso de acercamiento entre el gobierno colombiano y el mencionado grupo guerrillero.

ACSUR: ¿Cuáles son los principales objetivos que tiene la continuación de esta caminata por el país?

PROFESOR MONCAYO: Fundamentalmente, mostrar un símbolo de no violencia, un símbolo de encuentro, un símbolo de convivencia en donde se está invitando a todas las personas, a todos los colombianos, para que a través de sus palabras, de sus expresiones, digamos que queremos la paz en Colombia.

Y vamos a seguir luchando y difundiendo este mensaje… un mensaje muy positivo en cuanto es un mensaje de resistencia, que invita a cambiar de expresión, que invita a cambiar de actitud.


A: ¿Cómo calificaría usted la actuación del gobierno nacional dentro de los procesos de acercamiento con la guerrilla de las FARC hacia un eventual acuerdo humanitario?

P.M: Pienso que hace falta mucha voluntad. Puede más la arrogancia, puede más el deseo de venganza que realmente el luchar por unos objetivos nobles...

Para realizar un acuerdo humanitario, se necesita hacer una presión de mayor rango que pueda mover razones, porque en todo lo que hemos observado no vemos voluntad por parte del gobierno para ayudar a la gente… por el contrario, lo que nos venden a nosotros es una guerra, y nos invitan continuamente a convertir a nuestros hijos en matones en potencia, por ejemplo los soldados…


Como profesor, yo me enorgullezco de decir que a nuestros estudiantes los hemos formado con valores, les enseñamos el respeto, la convivencia, pero en menos de 6 meses se los llevan al batallón, al cuartel, y allá cambian toda esa experiencia...

Yo siempre he creído que la gente aquí tiene que estudiar, el estudio, un día, abrirá la luz del entendimiento, de la verdad, la luz de un nuevo amanecer, pero mientras la gente no pueda estudiar, seguirán arrodillados, esclavos de una clase dominante. Un pueblo entre más educado sea, nadie lo engaña, pero un pueblo ignorante es un pueblo fácil de vencer…

Hay mucha gente del gobierno que no está interesada y otra que no tiene claro el proceso y se dan el lujo de opinar. Me han dicho: “profesor Moncayo, nosotros estamos de acuerdo con que haya un acuerdo humanitario pero no estamos de acuerdo con que a su hijo lo liberen y lo intercambien con uno de esos guerrilleros, es que el era un soldado bueno y los otros son malos…” y por ese motivo, por esa negación, mi hijo que es bueno, hoy lleva 10 años pagando una condena que nunca cometió ¿es justo?...

Sin embargo, el gobierno si dijo vamos a hacer la paz con los paramilitares… esos que han cometido delitos de lesa humanidad, que han jugado con las cabezas de las personas, que han hecho crímenes horrendos, comunidades enteras han desaparecido! Y el gobierno dice: “vamos a hacer la paz con ellos!” Perdón y olvido!; cometieron delitos pero se los vamos a perdonar, una nueva identidad como ciudadanos nobles, salen con sueldo, con empleo, con todo…

¿Y los soldaditos que? los soldados que salieron luego de estar secuestrados están en total olvido, no tienen quien vea por ellos, el gobierno ha dicho que no tiene nada que ver… mire las condiciones! Mientras un soldado que se fue por servir a la patria está olvidado, una persona que comete delitos está amparada en la libertad con todas las prebendas… No hay justicia.

A: En concreto ¿cuál ha sido el papel que el presidente Uribe ha jugado dentro de este proceso?

P.M: Hay una actitud de odio y de venganza, yo no he mirado en él una actitud que diga “vamos a hacer la paz para los colombianos”…


Cuando yo le dije en el 2005, que hicimos una reunión: “mire presidente, haga el acuerdo humanitario, hemos tocado todas las puertas y solamente dependemos de usted, sea humano! Hágalo por esas madres que están aquí, nuestros ojos están ajados, arrugados, ya no brotan lágrimas; es tan fácil decir mire, vamos a despejar un determinado territorio, vamos a traer organismos internacionales como veedores, vamos a llamar a la comunidad colombiana y vamos a rodear este proceso!” él, con mucha arrogancia, con esa soberbia que tiene, dijo: “no habrá despeje no habrá acuerdo humanitario y vamos a rescatar por la fuerza a nuestros soldados y a nuestros políticos que están secuestrados”.

Cuando él dice “vamos a rescatar por la fuerza y vamos a acabar con esos bandidos” pues es a matar! A eso es que él invita al pueblo colombiano! a matar!, a una guerra cruenta donde los que mueren son los soldados, son los policías, son los de la guerrilla y la gente del pueblo; ahí no va a estar ningún presidente, ninguno de sus asesores, solamente la gente del pueblo, la gente humilde, la gente pobre… ¿A ellos que les importa?... una bandera, un kepis y decir: “señora, usted es la madre de un héroe”. nosotros no necesitamos de eso! Pero tristemente esa es la realidad.


A: Ud. planteaba en el día de ayer, en un conversatorio en la Universidad del Cauca, que una de las razones del hermetismo del gobierno hacia la posibilidad de negociación de un acuerdo humanitario era la ausencia de reconocimiento del conflicto existente en el país. Según esto ¿Qué tipo de de razones considera Ud. que posee el gobierno nacional para negarse a este reconocimiento?

P.M: Pienso que en esta situación hay personas que se benefician, podría ser por el tráfico de armas… Si se reconoce que en Colombia hay un conflicto interno pues habría un proceso de paz y eso acabaría el negocio!

Es que uno tiene que aprender a escuchar, usted puede tomar de la radio, de los diferentes medios, de los cronistas y de las personas que tienen mucho que ver con el tema político, y luego puede sacar sus conclusiones para el análisis de todo esto.


La pregunta sería entonces ¿se quiere la paz o se quiere la guerra en Colombia?... Mire, si al gobierno le importara la paz, los 8.2 millones que destinan a la guerra, para comprar armas, ¿porque no lo destinan para aumentos salariares? ¿Porque no lo destinan para nombramiento de profesores, de enfermeras, de médicos? ¿Porque no lo destinan para la creación de centros de salud? para las madres cabezas de hogar, para aumentarles el sueldo… es que una madre cabeza de hogar se sostiene con 100.000 pesos y eso no es justo! eso sí sería un proceso grande de acuerdo humanitario! Es que no solamente son las liberaciones de los secuestrados, para solucionar esto hace falta mucho más…

Yo estoy convencido de que estos gobernantes desconocen lo que es la palabra pobreza, desconocen la condición del ser humano que tiene que vivir con un sueldo miserable, desconocen la tristeza de esas personas que tienen que levantarse y madrugar a buscar trabajo y regresan llenos de ilusiones pero con una pobreza increíble porque no lo consiguen, ese es el caminar diario de las personas aquí.

Estos gobernantes no entienden y a ellos no les importa nada de eso porque saben que tienen su buen sueldo, han nacido en cuna de presidentes, a ellos no les importa el dolor, no les importa el sufrimiento de la gente pobre…

Si coincidimos, varias personas que hablamos del mismo proceso, en que no hay voluntad política del gobierno, entonces decimos públicamente que aquí no hay voluntad para reconocer el conflicto, puede que muchas cosas se me queden por encima, pero algo he vivido aquí con todo esto y no lo puedo callar!

A:¿Cuál ha sido el papel que han jugado los medios de comunicación en este proceso de acercamiento del gobierno con las FARC?

P.M.:Me he dado cuenta de que hay muchos comunicadores sociales a los que les falta objetividad… cuando se es veraz, la noticia sale directa y el pueblo tiene una visión amplia de todo el hecho, pero si yo tengo posiciones segadas, eso hace que esa información yo la esté llevando hacia un determinado pensamiento…

En Colombia, lastimosamente, sólo creo que uno o dos medios son independientes, los otros medios no lo son, esos medios son de propiedad de la clase dominante y como tal, ellos saben que es lo que se debe decir y que es lo que no se debe decir, entonces… ¿Qué papel juega un medio en una nación? son un poder, hoy en día, los medios de comunicación barren con todo!.

A: ¿Qué opinión tiene usted sobre los conflictos suscitados entre el gobierno Colombiano y el gobierno Venezolano tras el rompimiento de la intermediación del presidente Chávez y la Senadora Piedad Córdoba en el proceso de acercamiento con la guerrilla de las FARC?

P.M: Ahí es que yo miro que falta interés, y no es no más ahora con lo de Chávez, eso es desde mucho antes… cuando se dio el proceso anteriormente, en donde países como Francia, Suiza y España hicieron propuestas para el acuerdo humanitario, el gobierno no hallaba la hora de romper con los acercamientos, y es tan así, que en cierta ocasión, cuando nos reunieron a todos los familiares en Bogotá, a los familiares de los 3 norteamericanos, a los familiares de los diputados que estaban vivos por aquella época, a los familiares de los policías y de los soldados, “el alto comisionado para la guerra” nos dijo: “El presidente está un poquito enojado porque un medio de comunicación anoche lanzó la noticia de que él iba a dar una zona de despeje para hacer el acuerdo humanitario, entonces como esto debía ser un secreto, no habrá ningún acuerdo humanitario, no habrá despeje, no habrá nada” imagínese! ¿Qué teníamos que ver los padres de familia con que alguien de su grupo de trabajo tuviera nexos con los periodistas y les hubiera pasado la chiva de lo que estaba planificando en secreto el gobierno? ¿Qué culpa teníamos nosotros? pero el gobierno no hallaba el momento de romper porque no le interesaba decir “sí” al despeje, “sí” al acuerdo humanitario, no les interesaba! sencillamente asi es… Eso fue un pretexto infantil ¿y que hicieron con nosotros? nos cerraron la boca…

Cuando nos reunieron con la gente de Cali, decían que en 30 días los seres queridos ya estarían en casa! era un acuerdo humanitario que duraba 30 días: 10 días de despeje, 10 días para la concentración y entrega de los secuestrados con los guerrilleros y 10 días de repliegue. Eso fue 2 o 3 de septiembre del año 2006… para el 30 de septiembre, ya se pensaba que tendríamos a nuestros familiares en Cali… a los diputados, que en la gloria de Dios están hoy; ellos fueron esperados con muchas ilusiones pero tristemente, por ese capricho, todo se rompió! ¿hay interés de parte del gobierno? no hay interés… hay es una gran mentira!

A:¿Cree usted que la presencia tanto del Presidente Chávez como de la senadora Piedad Córdoba en el actual proceso de acercamiento con la guerrilla de las FARC ha sido importante?

P.M: El papel de Chávez ha sido fundamental. Nosotros, los padres de familia, antes de que él fuera nombrado facilitador del proceso, nos reunimos con los familiares de los diputados, personalmente me reuní con Faisuri Perdomo, y le dije: “mire, nuestros seres queridos se están muriendo en la selva, y no hay quien mueva por ellos… porque no internacionalizamos el conflicto? Por que no vamos a Venezuela?” y Faisuri me dijo: “listo! Vámonos para Venezuela”.

Yo me fui a Bogotá para conseguir contactos y que alguien nos consiguiera una cita con el presidente de Venezuela, estamos hablando de enero, febrero del 2007, entonces conseguí unos números pero por carencia de dinero no podía estar llamando, eso fue difícil porque no logre contactarme con ellos y entonces regresé a mi tierra, a Sandoná, y repartí unas tarjetas diciendo: “Les vamos a dar unas serenatas, colabórenme porque quiero llegar a Venezuela, quiero hablar con el presidente Hugo Chávez para decirle que nos ayude, siendo facilitador en este proceso”. Eso lo he dicho públicamente porque mi caminar estaba directamente apuntando hacia Venezuela, aunque había un punto intermedio que era Bogotá.

El presidente Hugo Chávez, es humano, la senadora Piedad Córdoba es demasiado humana y ambos están demasiado comprometidos con la liberación de los secuestrados, pero aquí, los medios de comunicación, cualquier cosa que nosotros hacemos ya empiezan a tergiversarla, que la senadora esto, que el presidente Chávez aquello, que el profesor Moncayo… no hay objetividad! Y en lugar de contribuir con un proceso, lo que hacen es generar indisposición entre los colombianos, generar controversia y dañan todo…



A: ¿Qué importancia considera usted que tiene la propuesta del presidente Hugo Chávez de otorgar el estatus de beligerancia a las guerrillas Colombianas?

P.M: Eso está consagrado en el derecho internacional humanitario, él lo único que ha hecho es, como mediador, recurrir a todos los elementos jurídicos y políticos necesarios para que aquí en Colombia se realice este proceso.

En ese documento dice que se deben establecer ciertas condiciones cuando hay prisioneros de guerra y dice cuando se puede establecer a un grupo como terrorista y cuando se le puede reconocer el estatus de beligerancia y claro, ante unas condiciones, admitir que hay conflicto interno, reconocer el conflicto!… el presidente debe reconocer que hay conflicto interno en el país, pero no lo hace! entonces ¿que pasa con los bombardeos? El gobierno sigue bombardeando y no hay conflicto interno! ¿Entonces que bombardean?...

Partiendo de toda esa andanada que hay ahora, para desplazar, para quitarles las tierras a los campesinos y entregárselas a los capitalistas, se ve que hay un conflicto interno, incluso, independientemente de que haya un grupo alzado en armas o no.

¿Y porque marchamos nosotros en Colombia? nosotros marchamos por “!no mas FARC!” Pero ¿alguien ha protestado por los bombardeos?… ¿son las FARC las que bombardean o es el gobierno? La guerrilla no tiene aviones! estamos hablando de los bombardeos del gobierno hacia distintos territorios, por ejemplo, en el Putumayo, allá están bombardeando… rodean y no dejan entrar alimentos, entonces la población queda en medio de la guerrilla, en medio del ejercito, y el avión fantasma llega por el aire bombardeando ¿alguien levanta su voz de protesta? No! Y todo el mundo conoce eso!.

A: ¿Que implicaciones considera usted que pudo tener en este proceso de acercamiento con las FARC, la marcha del 4 de febrero y que objetivos pudieron existir para motivarla?

P.M: La marcha del 4 de febrero lo que hizo fue legitimar el objetivo del gobierno de seguir rescatando por la fuerza a los secuestrados. No más!... entonces el presidente termina diciendo: “es el pueblo colombiano el que pide que sigamos acabando con las FARC”. ¿y como va a ser eso?... pues no va a ser diciéndoles a las FARC: “señores de las FARC, devuélvannos a los secuestrados!”, no, es lógico que va a haber guerra!.

Entonces ¿qué hace el gobierno? destina dinero, por ejemplo, para los 20 aviones que compraron esta semana... 20 aviones de guerra! ¿Para que se necesitan 20 aviones de guerra?...

Si el gobierno está diciendo que no hay conflicto interno, ¿que razones tiene entonces para comprar 20 aviones de guerra? ¿Es que el gobierno se está preparando para una guerra con otros países? ¿Tendrán aquí los Estados Unidos un escenario para vendernos una guerra? Quienes se irán a matar? Serán los gringos? ¿O serán los colombianos y los Venezolanos o los colombianos con los nicaragüenses? ¿O serán los colombianos con los vecinos que se interpongan en eso?...
Esta es una guerra tonta que no es nuestra! Y mientras tanto ¿ el intercambio comercial con Venezuela? ¿y el intercambio comercial con Ecuador?… todo eso lo estamos perdiendo por la arrogancia de un gobierno que no quiere decirle “si” a la paz… si hubiera “humanidad” ya todo esto se hubiera acabado.

A: Nos hemos enterado que desde hace algunas semanas, tanto usted como sus acompañantes en esta caminata por el país, han venido siendo objeto de amenazas de muerte por adelantar su labor. ¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno nacional frente a estos hechos?

P.M: Es lamentable saber que por el accionar del profesor Moncayo hoy se le coloque precio a su cabeza y sea amenazado por las Águilas Negras, que son como el peor de los terroristas, se esconden y no dan la cara y a través de Internet empiezan a verter su veneno, es increíble!.

El profesor Moncayo está luchando por la liberación de su hijo, por la liberación de todos los secuestrados, si el profesor Moncayo muere en manos de los paramilitares… vergüenza para el gobierno! porque el gobierno fue a decir a los
Estados Unidos que ya no habían paramilitares en Colombia! Que aquí no hay guerra con ellos y que los únicos terroristas son los de las FARC… pero si el profesor está siendo amenazado por los paramilitares entonces eso es una gran mentira!.
Es una mentira que los paramilitares ya no existen en el país!, si eso se supiera, el gobierno se caería por su peso y saldrían miles de Moncayos que estarían llevando el nombre del profesor y esas banderas que tal vez quedaron inconclusas…

Eso de las amenazas ya no importa! en el momento en que yo deje mi hogar y mi trabajo, quede dispuesto a todo!... Estoy dispuesto a todo! Y aquí estoy dando la cara! poniéndole el pecho a la vida!.

Lo importante es luchar por unos nobles ideales como la paz de Colombia, la paz de todos nosotros, la paz cuando liberen a todos los secuestrados… entonces sólo ese día podré decir “aquí dejo mis cadenas”.

Periodismo en Colombia - Pronunciamiento





Graves Acusaciones Contra Agencia de Comunicaciones Colombiana

"PRENSA RURAL " RECLAMA SU DERECHO A INFORMAR


La Agencia de Noticias Alternativa "Prensa Rural", cuya actividad se encuentra relacionada con un objetivo informativo que de cuenta de la realidad del entorno rural colombiano, caracterizado por graves violaciones a los derechos humanos, se encuentra hoy expuesta a la opinión pública, siendo señalado a través de un medio escrito de amplia circulación en el país como medio auspiciador de los intereses de la insurgencia Colombiana.

Como periodistas alternativos, conscientes del grave conflicto presentado en nuestro país y de las implicaciones que, bajo estas condiciones de desigualdad y opresión, puede tener la actividad comunicativa alternativa y el ejercicio periodístico de cara a las verdaderas necesidades de las comunidades asentadas en el territorio nacional, queremos expresar nuestra profunda indignación y un rotundo rechazo frente a todas aquellas prácticas encaminadas a acallar y estigmatizar la presencia de los medios alternativos en el país, con el fin de procurar la invisibilización del trabajo periodistico consciente y ético que nos convoca.

Como Agencia de Comunicaciones del Sur, convocamos a organizaciones como la Federación Interamericana de Prensa y a la Fundación para la Libertad de Prensa a manifestar su repudio frente a estos hechos que intentan frenar nuestros esfuerzos como medios alternativos en la búsqueda de nuevos espacios y mejores maneras de informar, haciendo frente a los procesos de censura y manipulación de los hechos noticiosos que tanto han contribuido con los exagerados procesos de desinformación adelantados impunemete a través de las grandes cadenas de comunicación a nivel nacional.











INVESTIGACIÓN
Pacto con el diablo


SEMANA revela documentos recién desclasificados en Washington que dejan en evidencia la relación de la CIA con los nacientes grupos paramilitares colombianos.

Fecha: 02/16/2008.

Diego Fernando Murillo Bejarano, 'Don Berna', es un hombre de pocas palabras y de miles de secretos. Son pocas las cosas que han salido de su boca, a pesar de que él ha sido uno de los protagonistas de la historia de violencia de Colombia en las tres últimas décadas.

En efecto, en las audiencias públicas de Justicia y Paz no resuelve los interrogantes; en los frecuentes escándalos de los comandantes presos en la cárcel de Itagüí se refugia en el silencio; como en el pasado lo hizo cuando impuso su ley en Santa Fe Ralito en calidad de inspector general de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y muchos años atrás, cuando era un fiel, discreto y eficiente sicario de la familia Castaño. En esas tareas fue testigo de la creación de los Pepes, una coalición del mundo del hampa cuyo único fin era cazar vivo o muerto al capo Pablo Emilio Escobar Gaviria.

SEMANA tuvo acceso a una serie de documentos secretos de varias agencias de seguridad y diplomáticos de Estados Unidos en los que queda en evidencia la participación de entidades de ese país en el objetivo de acabar a Escobar . El hecho adquiere hoy una singular importancia porque aquella fuerza a la que se le dio ese impulso tuvo una metamorfosis hasta convertirse en las bandas de paramilitares que el propio Washington califica ahora como "terroristas" y de cuyos jefes reclama "la extradición".

¿Cómo ocurrió todo esto? El cuento es el siguiente: Tras las huellas de Escobar no sólo iban los gatilleros del bajo mundo. Simultáneamente, las autoridades legales también lo buscaban. El presidente de la República, César Gaviria Trujillo, guardaba entre ceja y ceja a Escobar. No sólo tenía un deber constitucional de dar con su paradero, sino que lo motivaba una obligación moral, pues se lo había prometido en la tumba de Luis Carlos Galán Sarmiento, su líder asesinado por la mafia. Gaviria creó para esta misión el Bloque de Búsqueda, un grupo elite de las Fuerzas Armadas. Su iniciativa contó de inmediato con el respaldo del gobierno de Estados Unidos. En ese entonces, el embajador en Bogotá, Morris Busby, prometía en público que el capo, más temprano que tarde caería. Era común ver la llegada a los aeropuertos de Bogotá y Medellín de hombres del Departamento Antidrogas Estadounidense (DEA) y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que se sumaban al Bloque de Búsqueda.

Paralelamente, en sus haciendas, los entonces miembros de la familia Castaño buscaban apoyo para enfrentar a su rival. Fidel y Vicente eran los líderes de esa causa a la que sumaron a su hermano menor, Carlos, y al otro poderoso clan de la época, los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, que dirigían el cartel de Cali. Era frecuente que en las noches, cuando se decía que Escobar estaba en determinada finca, llegaran camionetas blindadas, con los vidrios oscuros, en las que era prácticamente imposible determinar la identidad de sus ocupantes: ¿eran del Bloque de Búsqueda legal? o ¿del improvisado combo de los Pepes? ¿trabajaban en conjunto? Las respuestas a estas preguntas hasta ahora han sido un misterio.

Durante muchos años se especuló sobre los lazos que en 1993 estableció la CIA con los Pepes para dar de baja a Escobar. Con la misión de saber la verdad, son muchas las organizaciones que han exigido correr todos los velos. El caso ha sido motivo incluso hasta de libros que se han convertido en best seller. El investigador Michel Bowden, en su libro Matando a Pablo, sugirió en varios apartes las conexiones que existieron entre la CIA y la DEA con el grupo criminal que combatió a Escobar.

En este proceso por aclarar aquellos años aciagos, The National Security Archive, una fundación privada sin fines de lucro cuyo objetivo es el de poner a la disposición del público en general documentos recientemente desclasificados por el Gobierno Federal de Estados Unidos, decidió tomar todas las piezas para armar el rompecabezas. Michael Evans le dijo a SEMANA que, valiéndose del Acta de Libertad de Información (Foia), una herramienta jurídica para desclasificar documentos secretos, tiene una rica información que "son la evidencia más definitiva que se ha desclasificado hasta hoy" y que le permite afirmar que "vincula la ayuda norteamericana de seguridad a una organización paramilitar terrorista de Colombia".

Según Evans, contando con estos archivos hasta ahora bajo llave en Estados Unidos, queda claro que el Bloque de Búsqueda fue apoyado por ese país "para localizar el narcotraficante fugitivo Pablo Escobar, compartía la inteligencia con Fidel Castaño".

Por si esto fuera poco, esta afirmación está sustentada en otro hecho también muy grave. En el resultado de un trabajo de espionaje de Estados Unidos al gobierno de Colombia. "La nueva evidencia también ilumina el papel en las operaciones y los reportes que producían sobre el mismo gobierno colombiano. Estados Unidos monitoreaba con mucho esmero las reuniones entre el Presidente de Colombia y sus altos funcionarios de la seguridad".

Es decir, que al tiempo que le ayudaba al presidente Gaviria, se le espiaba en todos sus movimientos. Entre los documentos desclasificados existe uno procedente de la embajada a través de "un cable diplomático" de fecha agosto de 1993: 'Desenredando la trama de intrigas de los Pepes'. Este revela que agentes de Estados Unidos "vigilaban el círculo íntimo del Presidente colombiano".

La información más importante en el cable se atribuye a 'Palo', una fuente al parecer de la CIA. Según éste, el fiscal Gustavo de Greiff había dicho a la embajada que tenía "una nueva, muy buena (información que) mostraba los vínculos entre importantes miembros de la Policía encargados de la captura de Pablo Escobar Gaviria (el 'Bloque de Búsqueda') con varias actividades criminales y violaciones de los derechos humanos cometidas por los Pepes".

para ver todo el contenido de este reportaje.
visite: http://www.semana.com/

miércoles, 20 de febrero de 2008

OPINIÓN

LA VIOLENCIA OFICIAL

Ha llegado a tal el nivel de intolerancia en el país, que no basta que miles de colombianos hayan sido y sigan siendo asesinados por sus creencias políticas. Ahora el Gobierno se ha encargado de eliminar moralmente a todos aquellos que de una u otra forma no coincidamos con sus actividades funestas elucubradas con maestría desde Palacio.

En no pocas oportunidades es el propio jefe del Estado el que se ha encargado de instruir e impulsar a sus ministros y ex ministros en el arte de la difamación y el desprestigio. Gracias a lo que los uribistas llaman verraquera, machera o tesón del primer mandatario, hoy por hoy el ambiente en Colombia entre quienes siguen al Presidente y entre quienes no lo hacen está caldeado y peligroso. Son cada vez más frecuentes los ataques verbales y casi físicos a opositores como Piedad Córdoba, Daniel Coronell y Ramiro Bejarano, que han sido agredidos, no por sicarios a sueldo, sino por ciudadanos obnubilados por la intolerancia y arrogancia impuesta por el régimen.
Resulta reprochable que sea el propio jefe del Estado el que promueva esta clase de conductas, pues olvida él que una de las funciones que le corresponde es la de mantener la unidad nacional, unidad que en estos días está totalmente quebrada y llegando a unos niveles peligrosísimos.

Es tan absurdo lo que está pasando que esta semana, oyendo al remedo de ministro de Agricultura defender su cuestionada conducta frente a los predios de Carimagua, no tuvo reparo en imitar el lenguaje y el tono de su Presidente para insultar al senador Robledo del Polo.

Arias no está haciendo nada distinto que copiar a su jefe el Presidente, quien no se detiene para acusar de guerrilleros, terroristas y criminales a todos aquellos que no comulgan con su gobierno.
No en vano el primo de Pablo Escobar, desde Palacio y en representación del Gobierno, rechaza la marcha contra los paramilitares poniéndole la lápida encima a sus organizadores.
¿Recuerda José Obdulio Gaviria que fue su primo quien le dio vida al paramilitarismo?
¿Se acuerda señor Gaviria quién fortaleció las Convivir?
¿Se le olvida al primo de Pablo el número de fosas con cuerpos descuartizados a punta de motosierra por parte de los paramilitares?

Que difícil resulta creer que en Colombia hay víctimas de la violencia de primera y de segunda. Al primer grupo, según el Gobierno, pertenecen los asesinados y secuestrados por las Farc. En cambio, las víctimas de los paramilitares son de segunda y solo son recordados por sus familiares, quienes en su gran mayoría son desplazados deambulando por el país de la seguridad democrática.

Por: Felipe Zuleta
www.elespectador.com

jueves, 14 de febrero de 2008

BARRIOS Y COMUNAS DE POPAYÁN




PRESENTES EN LA LUCHA POPULAR

Esta es una de las consignas que proclamaron ayer en horas de la mañana; cientos de manifestantes de la capital caucana, quienes salieron a las calles a protestar contra el alza del Impuesto del Predial y a exigir a las autoridades municipales la instalación de una mesa de Negociación con representantes del comité “Pro-Defensa del contribuyente”, conformado por diferentes organizaciones sociales, urbanas y habitantes de varias comunas de la cuidad con representantes de la Alcaldía Municipal de Popayán, del Instituto Geográfico Agustín Codazzi y del Concejo Municipal de esta localidad.




La mencionada reunión, pretendía entre otras cosas: la amnistía, la suspensión del impuesto y una revisión de fondo del acuerdo que establece las tarifas del impuesto predial para el 2.008; en cuanto que, frente al año inmediatamente anterior ha generado un incremento de cuatrocientos por ciento en cada recibo.

Adicionalmente a la jornada de ayer 13 de Febrero los manifestantes han presentado diferentes oficios contra la Alcaldía, el Concejo Municipal y el Agustín Codazzi, así como una Desobediencia Civil generalizada donde de los sesenta y cuatro mil habitantes que tendrían que pagar el impuesto, solo el 25% lo han hecho y desde ya se están preparando para decretar la hora cero de un Paro Cívico Municipal en el mes de marzo.

lunes, 11 de febrero de 2008

ACSUR Se conecta con Latinoamérica y el Mundo

SEGUN EL VOCERO DE LA CRUZ ROJA, DEBE APLICARSE LA CONVENCION DE GINEBRA

"En Colombia hay conflicto armado"

Pese a que el presidente Uribe insiste en etiquetar a las FARC como organización terrorista, para el portavoz de la Cruz Roja en Colombia hay una guerra y las dos partes deben respetar los principios de derecho humanitario. Sin referirse al rol de los mediadores, dijo que prefiere las operaciones discretas.

Por Katalina Vásquez Gusmán
desde Bogotá
Para ver más visite: www.pagina12.com.ar.


La senadora colombiana Piedad Córdoba, a punto de subirse a un helicóptero de la Cruz Roja.

Son rubios, hablan con un acento extraño y pronuncian con dificultad palabras como Istima o Saravena, nombres de pueblos donde ahora se enfrentan la guerrilla y las fuerzas del Estado colombiano, y donde estaría la población objetiva de sus labores. Ellos conocen como muy pocos la situación y las víctimas que produce el conflicto armado que vive Colombia hace décadas. Integran el Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) que tiene presencia en el país desde 1981, cuando firmaron con el gobierno nacional el "acuerdo de sede" que les permite realizar sus acciones humanitarias. La más reciente y, hoy día, más popular, es la liberación de las rehenes de las FARC Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo.

Yves Heller, portavoz del Cicr en Colombia, habló con Página/12 acerca de los propósitos y las misiones que adelantan en medio de la guerra que se vive en campos y ciudades colombianas, de por qué existe un conflicto armado interno en el país –aunque el presidente Alvaro Uribe se niegue a reconocerlo– y de las reglas de juego en el conflicto, sean o no las organizaciones armadas declaradas terroristas. Heller, en declaraciones a este diario, hizo una oferta de servicio a las FARC para visitar los campamentos guerrilleros y verificar el estado de salud de los rehenes para una oportuna atención médica, como reacción a la conmoción provocada por las pruebas de vida de ocho secuestrados entregadas el lunes en Bogotá y difundidas ayer en medios de comunicación locales e internacionales.

La misión para liberar a Clara y Consuelo no es la única que realizó el Cicr en Colombia. "De manera general, hacemos eso tipo de trabajo con menos atención mediática. Hacemos liberaciones de rehenes de manera bastante regular y en la mayoría de los casos esas acciones no salen en los medios. No buscamos la publicidad, lo que buscamos es poder hacer la misión en el marco de cierta discreción y confidencialidad para hacer la acción lo más rápido posible", explicó Heller.

"La primera vez cuando salimos (durante la operación Emmanuel) hubo mucha atención mediática y también cierta presión política. En la misión exitosa lo que hicimos fue tratar de minimizar el número de personas que iba a salir al punto de la entrega de los rehenes para poder adelantar la acción humanitaria lo más pronto posible. Recibimos la información el miércoles por la noche, con las coordenadas, y el jueves salimos muy temprano y en poco tiempo pudimos, con pocas personas y de manera discreta, ir al sitio y participar de la entrega de Clara Rojas y Consuelo González", señaló el portavoz.

Para Heller, lo que ocurrió ese día es una muestra más de que en Colombia sí hay un conflicto armado interno, distinto a lo que ha dicho en reiteradas ocasiones el presidente Uribe, quien ha señalado la situación del país de "amenaza terrorista" y a los guerrilleros como "terroristas en una democracia" en vez de "insurgentes contra una dictadura".

"En Colombia el Cicr es el guardián del Derecho Internacional Humanitario (DIH). Acá el Estado se está enfrentando con grupos armados organizados que tienen cierto control de un territorio, que están generando consecuencias humanitarias, que ejercen operaciones militares sostenidas y concertadas, y que tienen un cierto mando, cierta organización militar. Por eso, para el Cicr existe en Colombia un conflicto armado interno y debe aplicarse el protocolo II de Ginebra en estas situaciones", afirmó, aclarando que el Cicr "no se mete con la discusión sobre el terrorismo".

El portavoz agregó: "No es porque hay unos grupos armados organizados que están cometiendo actos que se llaman terroristas que no hay una aplicación del DIH. El Estado y los grupos armados como las FARC y el ELN tienen la obligación de respetar el DIH".

La presencia del Cicr en Colombia, así como la de Naciones Unidos, la OEA (Organización de Estados Americanos) y otras organizaciones de carácter humanitario ratifican que el país está en guerra. Y, aún más grave, que la confrontación armada produce víctimas que ellos mismos y, sobre todo el Estado, deben atender. "Hoy, por ejemplo, hay más o menos dos mil personas que están siendo desplazadas en Arauca (al norte, en el límite con Venezuela), a raíz de los efectos del conflicto. Eso muestra que hay una grave situación: el conflicto ha provocado entre dos y tres millones de desplazados, miles de personas desaparecidas, cientos de rehenes", relató Heller.

Como parte de sus labores para mitigar el sufrimiento por la guerra, y promoviendo principios de neutralidad e imparcialidad, el Comité Internacional de la Cruz Roja podría ser la alternativa para el terrible drama que sufren los secuestrados en poder de las FARC. "A través de sus contactos con grupos armados organizados el Cicr hace todo lo posible para asegurar la pronta liberación de los rehenes. Ese es el objetivo inmediato. (...) Tenemos que hacer todo lo posible para asegurar que esas personas puedan vivir en condiciones humanitarias aceptables. Por eso, en el marco de nuestro trabajo, hacemos una oferta de servicio a las FARC para que el Cicr haga visitas tanto a los rehenes civiles como a los detenidos de la fuerza pública en poder de la guerrilla para visitarlos, verificar su estado de salud.

No hemos recibido una respuesta positiva sobre este asunto. Eso es un gesto humanitario, es urgente, esas personas no tienen acceso a todos los medicamentos y servicios médicos que ellos necesitan. Así que el Cicr se queda preocupado por la situación de esos rehenes y dispuesto, como organización humanitaria, a hacer todo lo posible para visitarlos", señaló Heller.

domingo, 10 de febrero de 2008

Arma química policial provoca éxodo masivo en zona rural de Valdivia, norte de Antioquia




Desde el pasado 7 de febrero, cerca de 520 familias campesinas llegaron al casco urbano de Valdivia, norte de Antioquia, como producto de la fumigación aérea con glifosato por parte de la policía nacional.

Las familias campesinas llegaron desplazadas de las veredas Pensilvania, Santa Bárbara, Astillero, La América, Génova, Montefrio, Fuqui y La 14, entre otras. Además se espera el arribo de otras dos mil personas más, provenientes de 11 veredas de la localidad. Según el auxiliar de la Personería de Valdivia, Juan Carlos Ruiz, desde noviembre del año pasado esa entidad había lanzado una alerta temprana ante las fumigaciones aéreas con glifosato por parte de la policía.

Los labriegos llegaron a protestar buscando soluciones a la problemática social, ambiental y económica, ante lo cual, los irresponsables medios de información como la F.M, El Tiempo y Caracol noticias, no dudaron en estigmatizar a los campesinos acusándolos de ser enviados de los movimientos insurgentes, por su parte, RCN ocultó la información de dicho éxodo.

Los labriegos insisten que la erradicación significa el cese de su actividad económica: el cultivo de la hoja de coca. Organismos internacionales ambientales, de derechos humanos y organizaciones campesinas e indígenas colombianas han insistido en la necesidad de inversión social y técnica en el campo que permita llevarse acabo una sustitución de cultivos para uso ilícito, y que a su vez, el gobierno ejerza control hacia la importación de productos químicos provenientes Estados Unidos necesarios para el procesamiento de la cocaína y demás drogas ilicitas.

Esta política de uso de químicos como el glifosato y el hongo fusarium que causan deterioro ambiental por contaminar cultivos de pancojer, ríos, cañadas y perjudican la salud humana de centenares de niños, ancianas, mujeres embarazadas y demás comunidades del campo, es el resultado de “la lucha contra el narcotráfico” propiciado desde Washington (EE.UU.) que utiliza la destrucción del ambiente como arma de guerra.
El día del desplazamiento forzado de los campesinos, el Secretario de Estado para asuntos de Narcóticos de Estados Unidos, David T. Jonson, manifestó “estar satisfecho con los logros alcanzados en Colombia”. Así mismo, dijo que su país otorgó “ayuda” a las autoridades colombianas por más de 4.000 millones de dólares desde el años 2000 hasta el 2006 por medio del Plan Colombia. Esta unión macabra de estos dos gobiernos se ve reflejado en el aumento de la violencia, el deterioro ambiental, el daño a la salud humana, el desplazamiento de centenares de campesinos, indígenas y afrocolombianos pobres que no pueden volver a sus fincas.
El funcionario Estadounidense aprovechó para atacar una vez más al gobierno Venezolano por su negativa a aplicar las mismas medidas del gobierno colombiano.
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Por: Jhon Jairo Perez, comunicador social independiente. Corresponsal desde Medellín para ACSUR COLOMBIA

sábado, 9 de febrero de 2008

EN EL DÍA DEL PERIODISTA


PERIODISMO EN COLOMBIA - EJERCICIO EN MEDIO DEL CONFLICTO


A Todos los colegas periodístas en nuestro país, queremos desearles éxitos en su labor incansable por develar aquellos apartes de la historia de nuestra compleja realidad, silenciados por el egoísmo y la avaricia...


tomada de:www.argenpress.info

Hoy, 9 de febrero, queremos rendir un merecido homenaje a todos aquellos periodístas alternativos que tanto en medios oficiales como alternativos, se enfrentan a la dificil tarea de expresarse para comunicar con honestidad, desafiando el temor y la aguda represión afrontada en un país como Colombia.

Esperando un año lleno de batallas y justas victorias en contravía de la indiferencia y la manipulación informativa, les enviamos un calurosos y fraterno saludo en el día del Periodísta.


ACSUR COLOMBIA colombia los espera hasta el final

martes, 5 de febrero de 2008



Especial para Agencia de Comunicaciones del Sur
ACSUR COLOMBIA


CRÓNICA

COLOMBIA… ¿SOMOS TODOS?

El pasado 4 de febrero, el despertar aparentaba ser distinto…

Las ciudades del mundo se preparaban para vestir de mil colores sus ajetreadas avenidas para respaldar la causa colombiana.

En nuestro país, cientos de personas que otrora transitaban desprevenidas, apremiadas por el cotidiano ajetreo de la urbe, lucían, altivamente el tricolor nacional, estampado en albo fondo como elemento suficiente para demostrar su repudio ante la violencia… la bandera colombiana, esa bandera tan nuestra, tan de todos, ondeaba precipitada e ingenuamente por todos los rincones…

En el ambiente reinaba un sentimiento de indignación frente a la guerra; una guerra atroz vivida por los colombianos durante años, que al parecer, esta vez, todos creían comprender; una realidad reconocida con sabor a resignación, parecía mostrarse tan clara!... esa misma realidad que nunca ha sido explicada ni entendida con auténtica atención en sus verdaderas dimensiones, total, esta vez, como otras tantas veces en nuestro agobiado país, eso no era significativo para las secuelas que procuraban implantar aquellos enemigos furtivos que, estratégicamente, se valieron de la desilusión y la incertidumbre colectiva para manosear insolentemente nuestra memoria, intentando anular de ella las auténticas causas del conflicto.



Todos en el país parecían hablar un mismo lenguaje; un lenguaje atestado de reproches y exclamaciones espontáneas e inseguras de su verdadera naturaleza, que se confundían en sentimientos dolientes, temores e inconformidades con los que la gente parecía sentirse escuchada; un lenguaje soterradamente instaurado que disimulaba ante los ojos del mundo, los egoístas propósitos de los sectores interesados en condensar los odios en el país, en alimentar el continuismo y normalizar el incremento desmesurado de una violencia sin tregua validada como estrategia de lucha para el logro de la “seguridad democrática”.



Las paredes de las múltiples edificaciones, observaban perplejas el paso maquinal de la caminata… una jornada sin abusos, sin condenas ni atropellos revolvía el diario transcurrir; una marcha con singulares previsiones que aunque para muchos representaba una opción eficaz para demostrar su solidaridad, transitaba convenientemente respaldada por crueles verdugos, los mismos que, revestidos por un aparente halo benefactor, han favorecido y justificado durante todos estos años de violencia en el país, las mayores inequidades e injusticias cometidas impunemente contra nuestro pueblo.



Estos personajes, ilusoriamente bondadosos, se mostraban ayer, 4 de febrero, ostentosos, fiscalizándolo todo, no perdiendo de vista el avance de la manifestación, observando con deleite el numeroso espectáculo de la manipulación.

Los medios de comunicación masivos resguardaban la causa y promovían la consigna, generando en el ambiente una falsa impresión de identidad y hermandad, que se entremezclaba desgarradoramente con el mutismo culpable ante la verdadera barbarie oculta tras el escenario dispuesto para la ocasión.

El acto era impecable. La gente se agolpaba hacia las calles con pañuelos, pitos y consignas, persuadida de estar siendo consecuentes con la situación presentada en el entorno, allá, en la calle; mientras tanto, los otros, artífices del engaño, cuantificaban ganancias y sonreían ante un evidente éxito de taquilla, con repulsiva saciedad.



El 4 de febrero, un día trascendental de aparente unidad, de exigencia por la libertad y la justicia, se convertía entonces, de esta forma, en un episodio más en esta estrategia de guerra descarada empleada contra nosotros mismos que no pareciera tener fin… una maniobra asistida insistentemente para minar nuestras consciencias, nuestros ánimos y nuestro verdadero sentido de patria conducido hacia la derrota de ideales más humanos y acordes con las necesidades vividas y sentidas en el país.



Entre banderas blancas, recios discursos plagados de ambigüedades y peligrosas aseveraciones y emotivas intervenciones de aquellos abatidos por la violencia que marchaban sin saber exactamente hacia donde, se ahogaban las promesas de una salida política y negociada a nuestro conflicto, la posibilidad de un intercambio humanitario como paso certero hacia el verdadero reconocimiento de la magnitud de lo que sucede en Colombia; un gesto que devolviera ciertamente la esperanza a un pueblo cansado de padecer y reclamar sin ser escuchado…



Atrás, en el olvido, quedaban los devastadores efectos de la pobreza; en un rincón, donde aún muchos se rehúsan a dejar el recuerdo de sus víctimas y desaparecidos, quedaba el rastro inmisericorde de la violencia dejada al paso de los escuadrones paramilitares, sembradores de la muerte y con ello, miles de dolientes familiares siempre anónimos que nunca obtuvieron el protagonismo ni tan siquiera el permiso para llorar a sus muertos.



Atrás, sin gran reparo, se abandonaban los remordimientos ante los centenares de amigos, hermanos, padres, madres, hijos, vecinos y colegas, tan colombianos como los mismos marchantes, silenciados brutalmente por una guerra sin tregua desatada contra todos aquellos seres que alguna vez intentaron unir sus voces y sus esfuerzos en la búsqueda de un país mejor siendo avasallados por la represión, atrás, como un mal recuerdo, quedaban silenciados por la inadvertencia los miles de colombianos periodistas, maestros, líderes populares, estudiantes e intelectuales, condenados a vivir en el exilio por el hecho de intentar denunciar la barbarie afrontada en Colombia, disimulada ante ojos extranjeros con sutiles estrategias mediáticas y diplomáticas.

Parecía entorpecer en las consignas la memoria de los desaparecidos dirigentes de la Unión Patriótica, de Jaime Garzón y Guillermo Cano, parecía no tener eco la ausencia de los miles de líderes campesinos, indígenas, estudiantes y trabajadores asesinados por defender sus principios y su dignidad; parecía no existir reclamo alguno para los culpables del forzoso adios y la desvergonzada censura ejercida contra los periodistas Fernando Garavito, Daniel Coronell, Alfredo Molano, Holman Morris y Carlos Lozano entre otros tantos retratistas de la cruda realidad colombiana…

Atrás, quedaba la desilusión ante la evidencia del engaño, de la corrupción imperante entre aquellos que ostentan en sus manos los destinos de nuestra tierra; atrás quedaban en la marcha del 4 de febrero aquellas preguntas sin respuesta, todos los sueños malogrados por la codicia, el histórico clamor de quienes día tras día sobreviven entre la miseria y el miedo en ese mismo país en el que hoy parecían existir las suficientes garantías para la utopía, para la libre expresión, para la vida…

domingo, 3 de febrero de 2008

CRECE EXPECTATIVA ANTE NUEVO ANUNCIO DE LIBERACIÓN



FARC REALIZARÍAN NUEVA ENTREGA UNILATERAL EN TERRITORIO COLOMBIANO


En medio de un panorama incierto para los familiares de los secuestrados tras la exitosa liberación de Clara Rojas y Consuelo Gonzáles de Perdomo por parte de las FARC - EP, la cual no obtuvo respaldo suficiente del gobierno que permitiera la realización de nuevos acercamientos, una esperanza renace para ellos luego de que en el día de hoy,3 de febrero, se hiciera público en internet un comunicado expedido por la guerrilla Colombiana, donde se menciona la liberación de 3 secuestrados más en los próximos días en territorio Colombiano.

Este comunicado, expedido por el Secretariado de dicha organización guerrillera, consta de seis puntos; en él, se menciona la liberación de los excongresistas: Gloria Polanco de Lozada, Luis Eladio Perez y Orlando Beltrán Cuellar, los cuales serían liberados principalmente por condiciones de salud.igualmente se plantean algunos aspectos con respecto a los términos en los que se realizaría la entrega.

En el documento, se resalta la labor de mediación realizada tanto por el presidente Venezolano, Hugo Chávez Frías, como por la senadora colombiana Piedad Córdoba para la consecusión de acercamientos hacia un eventual proceso de Intercambio Humanitario. en este pronunciamiento, se resalta la necesidad de que sean estos dos o sus delegados, los encargados de recibir a los 3 liberados que serían entregados en territorio colombiano.

Frente al tiempo de realización de la operación propuesta, la organización guerrillera hace énfasis en que trabajarán "sin prisas ni pausas" para garantizar las condiciones necesarias para la entrega. Igualmente,denuncian la actividad de la dirigencia colombiana junto a la ingerencia de los Estados Unidos en asuntos internos, lo cual, según ellos, seguirá repercutiendo en la continuación del combate contra la corrupción y en favor de la soberanía nacional.

Este anuncio que se realiza en el día de hoy, genera nuevas expectativas para los familiares de los secuestrados, quienes en fechas recientes habían confirmado su negativa a participar en la marcha contra las FARC, convocada por los medios tradicionales de comunicación, voceros gubernamentales y demás figuras públicas en la vida del país, por tratarse precisamente de un escenario donde se propende por una polarización que dificulta y entorpece la posibilidad de alcanzar la realización del proceso de intercambio humanitario.

Pese a las nuevas posibilidades que hoy se presentan al respecto, voceros del gobierno colombiano han manifestado recibir con agrado la posibilidad de la nueva liberación, pero se declaran hasta el momento escepticos frente al tema pues no existe una confirmación sobre dicho evento, por lo que hablan de mantener los operativos militares en todo el territorio nacional hasta no existir claros indicios para la realización de esta liberación.



Aunque se espera un pronunciamiento oficial por parte del gobierno que permita avanzar en la consecusión de esta nueva liberación y aun cuando los familiares de los secuestrados han solicitado en repetidas oportunidades las garantias necesarias para obtener su liberación, el clima de estigmatización que recae sobre la figura del presidente Venezolano y la senadora colombiana como mediadores del proceso de liberación y de Intercambio con las FARC, respaldado por los medios masivos de comunicación en el país sumado a la reiterada negativa para la suspensión de los operativos militares en las zonas donde se encuentran los secuestrados, todavía representan obstáculos evidentes para los acercamientos que conduzcan a un buen desarrollo de los hechos.

En medio del Espectáculo Mediático
Un Artículo para la Reflexión

No solo hay secuestrados por las guerrillas, hay miles de desaparecidos, asesinados y desplazados por agentes estatales y grupos paramilitares

Ivan Cepeda
El Espectador



Señor Presidente, en menos de dos semanas los grupos paramilitares —ahora mimetizados en la vaga definición de bandas emergentes— han asesinado a 12 personas, han desaparecido a nueve y han desplazado a otras 120. El 31 de diciembre de 2007, en el corregimiento de El Palmar, Nariño, asesinaron a cuatro adultos y un menor. El ex gobernador de ese departamento, Eduardo Zúñiga, atribuyó la masacre a paramilitares. Ese mismo día en Medellín, fue desaparecido el abogado Víctor Hugo Gallego, de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, Corpades.

El abogado Gallego había formulado insistentes denuncias sobre la actuación paramilitar en Medellín. El 11 de enero de 2008, mientras se realizaba una fiesta familiar en el barrio ‘Once de noviembre’ de Santa Marta, varios hombres armados llegaron disparando, asesinaron a cinco personas e hirieron a tres más. Las víctimas eran líderes comunitarios. El 14 de enero, la Defensoría del Pueblo informó que un grupo paramilitar incursionó en Santa Mónica, Chocó, asesinó a dos personas, se llevó a otras ocho y desplazó a cerca de 120 habitantes de la población.

A estos graves hechos cabe agregar que recientemente en Bucaramanga han aparecido en lugares públicos mensajes amenazantes del grupo ‘Águilas Negras’. El alcalde de la ciudad desestimó las amenazas diciendo que estos grupos no tienen presencia allí. No obstante, en un informe de 2007, la Defensoría del Pueblo advertía que en el departamento de Santander se registra la existencia de tales agrupaciones. Esto significa que en cuatro departamentos del país y en menos de 15 días, los paramilitares han cometido dos masacres, varias desapariciones forzadas, y han provocado el desplazamiento forzado masivo luego de una incursión armada.

Pareciera que esas víctimas son inexistentes. De ellas no llegarán pruebas de supervivencia. Sus restos irán a parar a las fosas comunes o a los ríos. Ni los gremios empresariales ni la Iglesia ni los alcaldes ni los gobernadores ni los grandes medios de comunicación convocan a marchas de rechazo ciudadano ante esos crímenes. Tampoco reclaman que devuelvan con vida a los desaparecidos.

¿Qué se puede esperar de esos funcionarios e instituciones cuando la actitud del Gobierno Nacional está marcada por el silencio y la negación? En vez de condenar esas atrocidades, Usted, señor Presidente, se empeña en intentar convencer al país y al mundo de que los grupos paramilitares ya no existen en Colombia; una afirmación que desmienten irrefutablemente los hechos. ¿Cuándo se pronunciará Usted sobre los crímenes contra la humanidad que siguen cometiendo los grupos paramilitares? ¿Cuándo hará una alocución solemne para condenar las desapariciones forzadas masivas que han llevado a miles de compatriotas a fosas comunes y cementerios clandestinos? ¿Cuándo el Gobierno Nacional se pronunciará oficialmente contra el desplazamiento forzado practicado por los paramilitares que han arrebatado la tierra a millones de compatriotas?

Es cierto que el secuestro es una práctica criminal que la sociedad colombiana no debe tolerar bajo ningún concepto. Pero en Colombia no sólo existen cientos de secuestrados por las guerrillas. Hay miles de desaparecidos, asesinados y desplazados por agentes estatales y por los grupos paramilitares que, como Usted recordará, fueron auspiciados hace más de una década a través de las empresas de seguridad Convivir. Esa realidad no se desvanecerá con la tozuda insistencia del Gobierno en una concepción unidimensional del terrorismo.
Ivan Cepeda es abogado especialista en derechos humanos, director de la Fundación 'Manuel Cepeda Vargas' y miembro del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes del Estado.Jjunto con otros defensores/as de los derechos humanos, ha colaborado en la documentación de aproximadamente 40.000 casos de serias violaciones a los derechos humanos, cometidas en Colombia desde 1996.

fm_cepeda@yahoo.fr / tomado de: www.elespectador.com