Desde el pasado 7 de febrero, cerca de 520 familias campesinas llegaron al casco urbano de Valdivia, norte de Antioquia, como producto de la fumigación aérea con glifosato por parte de la policía nacional.
Las familias campesinas llegaron desplazadas de las veredas Pensilvania, Santa Bárbara, Astillero, La América, Génova, Montefrio, Fuqui y La 14, entre otras. Además se espera el arribo de otras dos mil personas más, provenientes de 11 veredas de la localidad. Según el auxiliar de la Personería de Valdivia, Juan Carlos Ruiz, desde noviembre del año pasado esa entidad había lanzado una alerta temprana ante las fumigaciones aéreas con glifosato por parte de la policía.
Los labriegos llegaron a protestar buscando soluciones a la problemática social, ambiental y económica, ante lo cual, los irresponsables medios de información como la F.M, El Tiempo y Caracol noticias, no dudaron en estigmatizar a los campesinos acusándolos de ser enviados de los movimientos insurgentes, por su parte, RCN ocultó la información de dicho éxodo.
Los labriegos insisten que la erradicación significa el cese de su actividad económica: el cultivo de la hoja de coca. Organismos internacionales ambientales, de derechos humanos y organizaciones campesinas e indígenas colombianas han insistido en la necesidad de inversión social y técnica en el campo que permita llevarse acabo una sustitución de cultivos para uso ilícito, y que a su vez, el gobierno ejerza control hacia la importación de productos químicos provenientes Estados Unidos necesarios para el procesamiento de la cocaína y demás drogas ilicitas.
Esta política de uso de químicos como el glifosato y el hongo fusarium que causan deterioro ambiental por contaminar cultivos de pancojer, ríos, cañadas y perjudican la salud humana de centenares de niños, ancianas, mujeres embarazadas y demás comunidades del campo, es el resultado de “la lucha contra el narcotráfico” propiciado desde Washington (EE.UU.) que utiliza la destrucción del ambiente como arma de guerra.
El día del desplazamiento forzado de los campesinos, el Secretario de Estado para asuntos de Narcóticos de Estados Unidos, David T. Jonson, manifestó “estar satisfecho con los logros alcanzados en Colombia”. Así mismo, dijo que su país otorgó “ayuda” a las autoridades colombianas por más de 4.000 millones de dólares desde el años 2000 hasta el 2006 por medio del Plan Colombia. Esta unión macabra de estos dos gobiernos se ve reflejado en el aumento de la violencia, el deterioro ambiental, el daño a la salud humana, el desplazamiento de centenares de campesinos, indígenas y afrocolombianos pobres que no pueden volver a sus fincas.
El funcionario Estadounidense aprovechó para atacar una vez más al gobierno Venezolano por su negativa a aplicar las mismas medidas del gobierno colombiano.
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Por: Jhon Jairo Perez, comunicador social independiente. Corresponsal desde Medellín para ACSUR COLOMBIA
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