POR EL ACUERDO HUMANITARIO Y LA PAZ
Aunque hayan dicho que el tigre ama la paz y el venado es peligroso;
que la inofensiva víbora no hace más que defenderse del peligrosísimo batracio;
que el benevolente tiburón está fatalmente amenazado por las furibundas sardinas;
o que el indefenso militar, con sus cascos y fusiles, con sus bombas y metrallas, está mortalmente amenazado por el joven colegial, por las amas de casa y sus cucharas, por los terribles obreros y sus malacates, por los facinerosos campesinos y sus semillas,
por los diabólicos indígenas y sus chinchorros...!
que la inofensiva víbora no hace más que defenderse del peligrosísimo batracio;
que el benevolente tiburón está fatalmente amenazado por las furibundas sardinas;
o que el indefenso militar, con sus cascos y fusiles, con sus bombas y metrallas, está mortalmente amenazado por el joven colegial, por las amas de casa y sus cucharas, por los terribles obreros y sus malacates, por los facinerosos campesinos y sus semillas,
por los diabólicos indígenas y sus chinchorros...!
JUVENAL HERRERA
La historia de Colombia ha estado marcada por la desigualdad social y la carencia de respuestas del Estado frente a distintas problemáticas y necesidades de la población, como la educación, la salud, la vivienda digna, el empleo, entre otros derechos sociales, económicos y culturales que sencillamente han sucumbido ante los intereses de una pequeña elite que controla nuestros recursos y nuestro país.
Lastimosamente vivimos en un Estado que solo protege los intereses de una clase dominante, que sustenta su poder mediante la exclusión y la aplicación de diferentes tipos de violencia representada en torturas, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, exterminio total de partidos políticos, manipulación de conciencias a través de medios masivos de comunicación, crímenes de lesa humanidad y terrorismo de Estado.
La situación de inequidad y desigualdad social que se ha mantenido a lo largo de nuestra historia tiene su origen en el conflicto armado que lleva más de 60 años, el cual se encuentra en una de las etapas más sangrientas, gracias a la política guerrerista del actual Gobierno Nacional y a la respuesta bélica de la insurgencia. Lo más grave es que el gobierno colombiano en medio de su intransigencia e intolerancia, es quien no cede en lo más mínimo para lograr la paz, y por el contrario sigue manteniendo la guerra indiscriminada contra la población mediante su política de Seguridad Democrática.
Los estudiantes colombianos manifestamos que este panorama oscuro de sangre y fuego no puede seguir existiendo. El pueblo colombiano ha ido unificando su clamor de paz frente a la búsqueda de una solución política al conflicto social, político y armado, viendo en el Acuerdo Humanitario una primera etapa hacia ese objetivo. El clamor unánime por esta iniciativa se evidencia en lo nacional, mediante organizaciones sociales como “Colombianas y Colombianos por la Paz” de la cual hacemos parte. Así mismo, organizaciones internacionales se han manifestado a favor del Acuerdo, así como el respaldo de gobiernos amigos de la paz de Colombia.
Como estudiantes consientes del compromiso social, ético, político y moral que tenemos con nuestra sociedad, y de nuestra responsabilidad frente a la construcción de un país incluyente, justo socialmente, autónomo y soberano, hemos ido generando espacios en los cuales nos venimos encontrando de manera amplia y participativa para ayudar a labrar el camino que nos conduzca a dar ese primer paso en la construcción de la paz con justicia social, el Mandato Estudiantil por el Acuerdo Humanitario y la Paz, es para nosotros uno de los mecanismos que nos permitirá por medio de la participación ciudadana, expresar el sentimiento de un pueblo anhelante de paz.
Saludamos con alegría la liberación por parte de las FARC – EP, de los cuatro miembros de la fuerza pública, del ex gobernador del Meta, Alan Jara, y del ex diputado Sigifredo López, así como el anuncio de liberar al Cabo Pablo Emilio Moncayo en los próximos días. Igualmente saludamos la gestión de la organización Colombianas y Colombianos por la Paz, liderada por la valerosa Senadora de la República Piedad Córdoba, sin quienes estos hechos no hubiesen sido posibles.
Exigimos al gobierno colombiano la realización del Acuerdo Humanitario dejando de lado intereses mezquinos y privilegiando la vida de los ciudadanos colombianos. En un Estado Social de Derecho regido por la única constitución política en el mundo que consagra la vida como un derecho constitucional, no podemos seguir permitiendo que sus ciudadanos mueran en cárceles, montañas y selvas, sin amparo alguno de sus compatriotas. Tampoco se puede permitir que continúe la guerra fratricida que los llevó a convertirse en prisioneros de guerra y presos políticos.
Hoy 23 de abril el Mandato Estudiantil Por el Acuerdo Humanitario y la Paz se hace presente vigorosamente en Barranquilla, Bucaramanga, Pamplona, Villavicencio, Bogotá, Ibagué, Neiva, Armenia, Palmira, Cali y Popayán, desarrollando diferentes eventos políticos, académicos, y culturales, donde el pueblo colombiano se expresa masivamente con el objetivo de exigirle al gobierno, a la insurgencia y al mundo entero, el Acuerdo Humanitario, la salida política y la paz con justicia social.
La situación de inequidad y desigualdad social que se ha mantenido a lo largo de nuestra historia tiene su origen en el conflicto armado que lleva más de 60 años, el cual se encuentra en una de las etapas más sangrientas, gracias a la política guerrerista del actual Gobierno Nacional y a la respuesta bélica de la insurgencia. Lo más grave es que el gobierno colombiano en medio de su intransigencia e intolerancia, es quien no cede en lo más mínimo para lograr la paz, y por el contrario sigue manteniendo la guerra indiscriminada contra la población mediante su política de Seguridad Democrática.
Los estudiantes colombianos manifestamos que este panorama oscuro de sangre y fuego no puede seguir existiendo. El pueblo colombiano ha ido unificando su clamor de paz frente a la búsqueda de una solución política al conflicto social, político y armado, viendo en el Acuerdo Humanitario una primera etapa hacia ese objetivo. El clamor unánime por esta iniciativa se evidencia en lo nacional, mediante organizaciones sociales como “Colombianas y Colombianos por la Paz” de la cual hacemos parte. Así mismo, organizaciones internacionales se han manifestado a favor del Acuerdo, así como el respaldo de gobiernos amigos de la paz de Colombia.
Como estudiantes consientes del compromiso social, ético, político y moral que tenemos con nuestra sociedad, y de nuestra responsabilidad frente a la construcción de un país incluyente, justo socialmente, autónomo y soberano, hemos ido generando espacios en los cuales nos venimos encontrando de manera amplia y participativa para ayudar a labrar el camino que nos conduzca a dar ese primer paso en la construcción de la paz con justicia social, el Mandato Estudiantil por el Acuerdo Humanitario y la Paz, es para nosotros uno de los mecanismos que nos permitirá por medio de la participación ciudadana, expresar el sentimiento de un pueblo anhelante de paz.
Saludamos con alegría la liberación por parte de las FARC – EP, de los cuatro miembros de la fuerza pública, del ex gobernador del Meta, Alan Jara, y del ex diputado Sigifredo López, así como el anuncio de liberar al Cabo Pablo Emilio Moncayo en los próximos días. Igualmente saludamos la gestión de la organización Colombianas y Colombianos por la Paz, liderada por la valerosa Senadora de la República Piedad Córdoba, sin quienes estos hechos no hubiesen sido posibles.
Exigimos al gobierno colombiano la realización del Acuerdo Humanitario dejando de lado intereses mezquinos y privilegiando la vida de los ciudadanos colombianos. En un Estado Social de Derecho regido por la única constitución política en el mundo que consagra la vida como un derecho constitucional, no podemos seguir permitiendo que sus ciudadanos mueran en cárceles, montañas y selvas, sin amparo alguno de sus compatriotas. Tampoco se puede permitir que continúe la guerra fratricida que los llevó a convertirse en prisioneros de guerra y presos políticos.
Hoy 23 de abril el Mandato Estudiantil Por el Acuerdo Humanitario y la Paz se hace presente vigorosamente en Barranquilla, Bucaramanga, Pamplona, Villavicencio, Bogotá, Ibagué, Neiva, Armenia, Palmira, Cali y Popayán, desarrollando diferentes eventos políticos, académicos, y culturales, donde el pueblo colombiano se expresa masivamente con el objetivo de exigirle al gobierno, a la insurgencia y al mundo entero, el Acuerdo Humanitario, la salida política y la paz con justicia social.
ACUERDO HUMANITARIO CESE BILATERAL AL FUEGO SALIDA NEGOCIADA AL CONFLICTO SOCIAL, POLÍTICO Y ARMADO, YA!!!
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