lunes, 28 de abril de 2008

CRONICA

“DEFENDIENDO NUESTROS TERRITORIOS”

Parte I: La controversia
Escribir sobre “El Palo” es remontarse a una experiencia inolvidable rodeada de la calidez de sus gentes, de la alegría y el bullicio que siempre los acompaña, de la espontaneidad de sus palabras, de la ricura de su sazón, de la belleza exuberante de sus paisajes, de la riqueza innegable de sus territorios y sobre todo, de sentir palpitar en nuestros cuerpos esa férrea convicción de que la lucha que se está adelantando desde hace varios días por defender esa, su tierra, legado ancestral de sus abuelos y patrimonio colectivo de sus habitantes.

“El Palo” es un corregimiento del Municipio de Caloto en el Departamento del Cauca, al Suroccidente de Colombia, localizado a tres horas de Popayán. En la finca “El Palo” se estableció esta Zona de Reserva Campesina destinada a las comunidades que habitan el lugar desde hace varias generaciones. Sin embargo, la Corporación Nasa Kiwe, sin previa consulta a sus pobladores, decide comprar la finca conocida como “Santa Marta”, “El Palo” o como otros la llaman, la finca de Don Saulo para titulársela a unos indígenas del resguardo de Tóez, irrespetando así los compromisos y acuerdos establecidos con anterioridad. Estos consisten en que los indígenas no podrán adquirirían predios que se encuentren dentro de la Zonas de Reserva Campesina. De igual forma los campesinos no comprarán ni invadirán tierras que le pertenezcan a los resguardos.

Parte II: La intervención deNasa Kiwe

La Corporación Nasa Kiwe es una entidad del orden nacional, adscrita al Ministerio del Interior y de Justicia creada mediante el Decreto 1189 de 1994 para atender la reconstrucción de la zona afectada por la avalancha de Páez de ese año. Una de las funciones que cumple la Corporación es la de regular cualquier cuestión relacionada con la compra de tierras. La compra de la finca “El palo” era para reponer los terrenos que las comunidades indígenas no pudieron seguir ocupando por estar situados en una zona de alto riesgo.

En palabras de la señora Evelin Bautista, encargada de los proyectos productivos y de tierras de la Corporación, a finales del año 2005 se recibe la oferta de venta por parte del señor Saulo Medina, propietario de las 26 hectáreas que conforman la finca en controversia. El negocio en ese entonces no se pudo llevar a cabo porque el inmueble tenía problemas legales, sin embargo, a principios del año 2007 el señor Medina renovó la oferta, por lo que la comunidad de Tóez le solicitó a la Corporación reiniciar la negociación.

A la luz de lo expuesto por la Corporación, todo el procedimiento para la compra de los terrenos (reglamentado mediante el Decreto 1185 de 1994) fue público, transparente y con todos los requerimientos legales exigidos. Pero si esto es cierto, entonces por qué en reiteradas reuniones entre los campesinos de la Asociación Pro constitución Zona de Reserva Campesina del Municipio de Caloto (ASPROZONAMIC) y los habitantes del resguardo de Tóez, los primeros afirman que nunca se realizó una consulta sobre la venta del predio y que jamás escucharon ni por radio o televisión o a través de alguna publicación la iniciativa de comprar el predio.


Parte III: Las asambleas

Como respuesta a este conflicto, desde mediados del mes de febrero se vienen adelantando en el Municipio de Caloto diferentes reuniones y asambleas entre los indígenas del resguardo de Tóez y los campesinos de la Reserva con el objetivo de discutir acerca de la finca “El palo”, sin que se haya podido llegar a ningún tipo de acuerdo o compromiso. Por este motivo, los campesinos de este corregimiento decidieron adelantar una acción de hecho, representada en la ocupación pacífica del predio desde el pasado 14 de abril como un mecanismo de presión para que se entre a negociar de forme concreta sobre la titularidad de la finca.

Una de las exigencias por parte de los campesinos de la zona es la suspención del proyecto productivo que actualmente se adelanta en la finca. El proyecto consiste en la guarda y protección de 50 cabezas de ganado vacuno pertenecientes a un particular quien le paga al resguardo de Tóez un porcentaje por la venta de cada una de ellas. Frente a este punto no ha existido ningún consenso.

Al respecto, el martes 15 de este mes se acordó en la asamblea conjunta llevada a cabo en predios de la finca realizar un inventario de los bienes existentes y adelantar las gestiones pertinentes para realizar una reunión con el Secretario de Gobierno Departamental, el Alcalde del Municipio de Caloto, el director de la Corporación Nasa Kiwe y las partes en conflicto.

El jueves 17 de abril se desarrolló otra asamblea entre miembros de la Asociación Campesina del Municipio de Caloto y una comisión del Cabildo Indígena de Corinto (López Adentro), donde se plantea que si “han crecido y compartido en el mismo espacio se debe actuar con prudencia, porque la pelea no es contra ellos, sino contra el Gobierno, contra la oligarquía” y que por ello se debe permitir el pastoreo del ganado mientras se adelantan las gestiones necesarias para que se lleve a cabo la reunión entre los delegados antes mencionados y un representante del Incoder.

Los campesinos de la zona son consientes de que los indígenas de Tóez son sus vecinos y que han compartido, no solo el amor y lucha por el suelo que los rodea, sino que sus hijos han crecido juntos y juntos van a la escuela y como una muestra de su voluntad de solucionar lo más pronto posible este impase, aceptan que el ganado pastoree hasta el lunes 21 de abril y confían en que el sábado en el marco de la reunión programada se de una solución que beneficie a todos.

A pesar de la buena disposición por parte de la organización campesina todo se quedó en palabras, y en cambio de la reunión programada, al día siguiente (Viernes 18 de abril) se presentaron en la finca el Personero Municipal de Caloto en y señor Sebastián Silva, Secretario del Gobierno Departamental para realizar una reunión de acercamiento donde lo que se hizo fue escuchar a las partes y analizar cómo el Gobierno Departamental puede entrar a mediar en el conflicto.

Por lo anterior, se asume la tarea de convocar desde la Secretaría de Gobierno Departamental para el martes siguiente (22 de abril), una reunión donde participen, además de esta dependencia, los campesinos de Caloto, los indígenas de Tóez, el director de la Corporación Nasa Kiwe, el delegado del Incoder y el representante del Ministerio Público Oscar Jordán.

En esta reunión se desarrollaron varios puntos, uno de ellos relacionado con la afirmación que hizo el señor Javier Serna, delegado del Incoder, quien dijo que este instituto no tenia ningún conocimiento de la adquisición de tierras realizada por la Corporación Nasa Kiwe y que el traspaso de las escrituras no es de su competencia y que por ello se debían buscar otro tipo de soluciones como la articulación de una mesa conformada por delegados de ambas organizaciones y por las instancias oficiales que han acompañado el proceso de diálogo. Esta mesa se establecería el jueves 24 de abril en las instalaciones del Concejo Municipal de Caloto, como un sitio neutral.

Finalmente en la reunión programada se acordó el retiro voluntario por parte de los campesinos que se encontraban en la finca “El Palo” y la suspensión total del proyecto productivo que se desarrollaba en el predio trasladando del ganado a otro lugar.

Tanto la Organización Campesina como Nasa Kiwe quedan a la espera de que el Gobierno nacional dé una respuesta definitiva en el transcurso de esta semana para dar cabal cumplimiento a lo pactado en la reunión.


Parte IV: El por qué de la lucha por “El Palo”

Para comprender por qué los habitantes del Corregimiento El Palo decidieron ocupar pacíficamente durante varios días esta finca, debemos hacer un poco de historia y remontarnos a lo que nos contaron los abuelos, sí, estos personajes cuya edad no sólo representa todo lo que han vivido, sino también el montón de alegrías y penurias por las que han tenido que pasar para mantener el pueblo de “El Palo”, y como miembros fundadores nos transmitieron ese infinito mar de conocimiento.

La historia arranca porque fue en esa finca donde se adelantó uno de los combates mas ignorados y al tiempo uno de los más importantes de la Campaña del Sur de Simón Bolívar, porque, aunque Nariño ya estaba preso, fue en este lugar que los patriotas vencieron y en la memoria de los abuelos se queda que fue tal el ímpetu y arrojo con que pelearon los patriotas que en poco tiempo los batallones realistas quedaron arrollados y deshechos.

Para terminar esta crónica solo evocamos el sin fin de recuerdos gratos que nos dejó haber conocido y compartido con los campesinos de la Asociación del Municipio de Caloto y somos partidarios de que esta lucha es más que una simple pelea por un predio, como lo afirman algunos. Esta es una forma de rendirle tributo a la memoria colectiva de una tierra en la que se cultivaba sin impedimentos las tierras de la finca “El Palo”. Recordamos que esa lucha que están adelantando es por la dignidad y la soberanía sobre sus territorios, sobre sus formas organizativas propias y sobre todo, por la posibilidad de darle continuidad a la historia de sus abuelos, asegurando así un mejor porvenir para sus hijos y la conservación de un legado histórico para los jóvenes de las generaciones que futuras. Siendo consientes de que el responsable de este tipo de enfrentamientos entre los diferentes grupos de los mismos desposeídos es el Estado, por la distribución injusta de los recursos y la falta de una verdadera reforma agraria que solucione de fondo la enorme brecha que existe entre un puñado de terratenientes y una inmensa mayoría sin tierra.


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