Proyecto de Epsa S.A. unido a militarización en Tenerife genera grave riesgo en la comunidad
Desde hace algún tiempo la Vereda de Tenerife, zona rural del municipio de Palmira, Valle del Cauca, ha sido tomada por las fuerzas militares, pero desde hace aproximadamente un mes el ejercito se ha asentado dentro del pueblo, lo que ha puesto a los habitantes de la zona en un inminente riesgo, porque se ubicaron en medio de las casas y acuden a estas permanentemente a pedir que les permitan bañarse, ver televisión o refugiarse del frío, actualmente resulta normal llegar a Tenerife y encontrar a un grupo de soldados viendo televisión en la casa de algún habitante, jugando Nintendo o simplemente refugiándose del frío o enamorando a algunas muchachas del pueblo utilizándolas como estrategia para recoger “información” .
Los temores frente a las consecuencias que esto podría traer no tardaron en presentarse, la semana pasada se presentó un hostigamiento por parte de la insurgencia de las FARC hacia el ejercitó desde la zona montañosa, la reacción de los militares fue buscar refugio en las casas de la comunidad y desde allí comenzaron a responder al fuego enemigo. Habitantes de la comunidad aseguran que el ataque ocurrió el martes 25 y domingo 30 de marzo en horas de la noche mientras los habitantes dormían y fueron despertados por los fuertes golpes en las puertas por parte de los militares que les exigían abrir para entrarse, ante la obvia negativa de la población los soldados se acantonaron en los andenes y paredes de las viviendas respondiendo al fuego que se les hacía desde la montaña. Los militares pusieron en claro peligro a la comunidad de Tenerife, y además culparon a los habitantes del pueblo por el ataque que recibieron.
Ante la actitud de los militares de colocar a la población como escudo humano violando con ello el Derecho Internacional Humanitario y señalarla como culpables del ataque es evidente la situación de riesgo que genera para la comunidad. Ante esta situación la comunidad les han solicitado a la fuerza pública que se alejen del casco urbano del pueblo y no usen a los habitantes como escudos humanos, los militares han respondido que ellos obedecen órdenes directas del coronel del batallón Codazzi y que mientras estas órdenes no cambien seguirán asentados en esta zona.
Lo lamentable de la situación es que a la fecha algunos habitantes de la región ante los enfrentamientos, han empezado a desplazarse a la cabecera municipal de Palmira y hasta el momento ninguna organización de derechos humanos o cruz roja internacional han hecho presencia para hacer que los militares se retiren de las casas y calles de Tenerife
Epsa S.A y la Militarización
La militarización de la región se viene llevando a cabo precisamente desde que la Empresa de Energía del Pacifico EPSA S.A., filial de la multinacional española UNIÓN FENOSA, comienza a desarrollar el proyecto de la central hidroeléctrica en la cuenca del río Amaime que pertenece a la región. La comunidad asegura que durante el proceso de socialización del proyecto se presentaron una serie de irregularidades entre ellas, la militarización de la zona por la negativa al proyecto por parte de todas las comunidades que serían afectadas por los daños ambientales y sociales que esta iniciativa puede generar, a pesar que no se tuvo en cuenta la opinión de la comunidad
la CVC misteriosamente avaló este proyecto y ya se están desarrollando los trabajos para iniciarlo.
Desde hace algún tiempo la Vereda de Tenerife, zona rural del municipio de Palmira, Valle del Cauca, ha sido tomada por las fuerzas militares, pero desde hace aproximadamente un mes el ejercito se ha asentado dentro del pueblo, lo que ha puesto a los habitantes de la zona en un inminente riesgo, porque se ubicaron en medio de las casas y acuden a estas permanentemente a pedir que les permitan bañarse, ver televisión o refugiarse del frío, actualmente resulta normal llegar a Tenerife y encontrar a un grupo de soldados viendo televisión en la casa de algún habitante, jugando Nintendo o simplemente refugiándose del frío o enamorando a algunas muchachas del pueblo utilizándolas como estrategia para recoger “información” .
Los temores frente a las consecuencias que esto podría traer no tardaron en presentarse, la semana pasada se presentó un hostigamiento por parte de la insurgencia de las FARC hacia el ejercitó desde la zona montañosa, la reacción de los militares fue buscar refugio en las casas de la comunidad y desde allí comenzaron a responder al fuego enemigo. Habitantes de la comunidad aseguran que el ataque ocurrió el martes 25 y domingo 30 de marzo en horas de la noche mientras los habitantes dormían y fueron despertados por los fuertes golpes en las puertas por parte de los militares que les exigían abrir para entrarse, ante la obvia negativa de la población los soldados se acantonaron en los andenes y paredes de las viviendas respondiendo al fuego que se les hacía desde la montaña. Los militares pusieron en claro peligro a la comunidad de Tenerife, y además culparon a los habitantes del pueblo por el ataque que recibieron.
Ante la actitud de los militares de colocar a la población como escudo humano violando con ello el Derecho Internacional Humanitario y señalarla como culpables del ataque es evidente la situación de riesgo que genera para la comunidad. Ante esta situación la comunidad les han solicitado a la fuerza pública que se alejen del casco urbano del pueblo y no usen a los habitantes como escudos humanos, los militares han respondido que ellos obedecen órdenes directas del coronel del batallón Codazzi y que mientras estas órdenes no cambien seguirán asentados en esta zona.
Lo lamentable de la situación es que a la fecha algunos habitantes de la región ante los enfrentamientos, han empezado a desplazarse a la cabecera municipal de Palmira y hasta el momento ninguna organización de derechos humanos o cruz roja internacional han hecho presencia para hacer que los militares se retiren de las casas y calles de Tenerife
Epsa S.A y la Militarización
La militarización de la región se viene llevando a cabo precisamente desde que la Empresa de Energía del Pacifico EPSA S.A., filial de la multinacional española UNIÓN FENOSA, comienza a desarrollar el proyecto de la central hidroeléctrica en la cuenca del río Amaime que pertenece a la región. La comunidad asegura que durante el proceso de socialización del proyecto se presentaron una serie de irregularidades entre ellas, la militarización de la zona por la negativa al proyecto por parte de todas las comunidades que serían afectadas por los daños ambientales y sociales que esta iniciativa puede generar, a pesar que no se tuvo en cuenta la opinión de la comunidad
la CVC misteriosamente avaló este proyecto y ya se están desarrollando los trabajos para iniciarlo.
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