INFORME ESPECIAL
LOS CAMPESINOS DEL CATATUMBO SE SOLIDARIZAN CON EL PUEBLO MOTILÓN BARÍ.
Para ACSUR – Colombia, Loaina del Sur.Desde diferentes veredas del Norte de Santander, bajaron casi mil campesinos y campesinas pertenecientes a la Asociación Campesina del Catatumbo ASCAMCAT a sumarse a la jornada denominada “Caminata por la defensa de la Vida, la Naturaleza, el Territorio y la Cultura organizada por la Asociación Comunidad Motilón Barí de Colombia ASOCBARÍ.
A pesar del rigor climático que afectó por esos días la zona, tras horas de trayecto a pie, en mulas y canoas, desde el 9 de octubre en diferentes Municipios se fueron haciendo las concentraciones de mujeres, hombres ancianos y niños con el fin de acceder a los acompañantes nacionales (definidos por las directivas de ASCAMCAT) e internacionales (Observatorio Internacional de Paz - IPO) y a los buses destinados para su transporte.
El día 12 de octubre todos los campesinas y campesinas se sumaron a la caravana de buses que inició a las 10:00 a.m. y que, posteriormente, congregó alrededor de dos mil personas en la entrada a Cúcuta, lugar donde se dio inicio a la Gran Caminata.
Es de resaltar que en el Catatumbo colombiano, zona de alta riqueza donde se encuentra grandes yacimientos de petróleo, carbón y biodiversidad, la estrategia paramilitar es un instrumento utilizado por el Estado Colombiano y las empresas nacionales, multinacionales y transnacionales para implementar dinámicas de violencia y terror, despojar de su territorio a campesinos e indígenas y apropiarse de sus tierras, desalojar las zonas donde ahora se adelanta la explotación de petróleo, de carbón a cielo abierto, y la construcción de infraestructura para los megaproyectos de siembra de palma aceitera.
Por ello, la consigna primordial de dicha jornada fue la defensa del territorio habitado ancestralmente por indígenas Motilón Barí, los cuales han venido siendo exterminados a raíz de estas explotaciones a los recursos naturales. De alrededor de 7.000 indígenas existentes en esta comunidad, hoy, después del genocidio que han padecido desde 1930, sólo se habla de 3.200 habitantes. El pueblo Barí cuenta en la actualidad con 23 comunidades que habitan territorios de 5 Municipios (Tibú, Tarra, Convención, El Carmen y Teorama).
En tal sentido, los campesinos e indígenas han venido aunando esfuerzos como una muestra del interés por unificar su trabajo y fortalecer propuestas como la defensa de la vida, la cultura, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, la oposición contundente al TLC, al desplazamiento forzado, a los asesinatos selectivos, a la explotación de los recursos, a las fumigaciones y la militarización (acrecentados bajo este gobierno).
Durante el recorrido se mantuvo el pie de fuerza alrededor de la caminata e hizo presencia un carro con dos personas vestidas de civil, las cuales grabaron a varios de los participantes a la caminata, e intentaron quitarle la filmadora a uno de los acompañantes de los campesinos, interrogándoles a él y a su compañera el por qué se encontraban allí. El comandante Fernández de la Policía de Cúcuta junto al Teniente Mora (quien en principio permitió la huída de estos sujetos) argumentaron posteriormente que eran policías de civil que buscaban mantener la seguridad, con lo cual se creó un ambiente de tensión y amenaza por parte de esta Institución.
Frente al monumento en honor a los indígenas se realizó un acto simbólico que buscó la reconciliación entre la naturaleza y los seres humanos, dejando como constancia de la memoria ancestral de este pueblo una planta en representación de la vida misma. En la Plazoleta del Malecón, después de por lo menos 4 horas de recorrido, se dió por terminada la actividad con actos culturales (danzas y música) por parte de la casa de la cultura, la Asociación Campesina del Catatumbo y los indígenas Barí.
El retorno a las veredeas se hizo desde el día 13 con el de acompañamiento de las organizaciones aliadas, las cuales garantizaron que cada uno llegara a sus hogares sin ningún contratiempo y con la motivación de seguir resistiendo y poniendo un granito de arena a este proceso de unidad que hoy germina en el pueblo campesino e indígena del Norte de Santander.
A pesar del rigor climático que afectó por esos días la zona, tras horas de trayecto a pie, en mulas y canoas, desde el 9 de octubre en diferentes Municipios se fueron haciendo las concentraciones de mujeres, hombres ancianos y niños con el fin de acceder a los acompañantes nacionales (definidos por las directivas de ASCAMCAT) e internacionales (Observatorio Internacional de Paz - IPO) y a los buses destinados para su transporte.
El día 12 de octubre todos los campesinas y campesinas se sumaron a la caravana de buses que inició a las 10:00 a.m. y que, posteriormente, congregó alrededor de dos mil personas en la entrada a Cúcuta, lugar donde se dio inicio a la Gran Caminata.
Es de resaltar que en el Catatumbo colombiano, zona de alta riqueza donde se encuentra grandes yacimientos de petróleo, carbón y biodiversidad, la estrategia paramilitar es un instrumento utilizado por el Estado Colombiano y las empresas nacionales, multinacionales y transnacionales para implementar dinámicas de violencia y terror, despojar de su territorio a campesinos e indígenas y apropiarse de sus tierras, desalojar las zonas donde ahora se adelanta la explotación de petróleo, de carbón a cielo abierto, y la construcción de infraestructura para los megaproyectos de siembra de palma aceitera.
Por ello, la consigna primordial de dicha jornada fue la defensa del territorio habitado ancestralmente por indígenas Motilón Barí, los cuales han venido siendo exterminados a raíz de estas explotaciones a los recursos naturales. De alrededor de 7.000 indígenas existentes en esta comunidad, hoy, después del genocidio que han padecido desde 1930, sólo se habla de 3.200 habitantes. El pueblo Barí cuenta en la actualidad con 23 comunidades que habitan territorios de 5 Municipios (Tibú, Tarra, Convención, El Carmen y Teorama).
En tal sentido, los campesinos e indígenas han venido aunando esfuerzos como una muestra del interés por unificar su trabajo y fortalecer propuestas como la defensa de la vida, la cultura, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, la oposición contundente al TLC, al desplazamiento forzado, a los asesinatos selectivos, a la explotación de los recursos, a las fumigaciones y la militarización (acrecentados bajo este gobierno).
Durante el recorrido se mantuvo el pie de fuerza alrededor de la caminata e hizo presencia un carro con dos personas vestidas de civil, las cuales grabaron a varios de los participantes a la caminata, e intentaron quitarle la filmadora a uno de los acompañantes de los campesinos, interrogándoles a él y a su compañera el por qué se encontraban allí. El comandante Fernández de la Policía de Cúcuta junto al Teniente Mora (quien en principio permitió la huída de estos sujetos) argumentaron posteriormente que eran policías de civil que buscaban mantener la seguridad, con lo cual se creó un ambiente de tensión y amenaza por parte de esta Institución.
Frente al monumento en honor a los indígenas se realizó un acto simbólico que buscó la reconciliación entre la naturaleza y los seres humanos, dejando como constancia de la memoria ancestral de este pueblo una planta en representación de la vida misma. En la Plazoleta del Malecón, después de por lo menos 4 horas de recorrido, se dió por terminada la actividad con actos culturales (danzas y música) por parte de la casa de la cultura, la Asociación Campesina del Catatumbo y los indígenas Barí.
El retorno a las veredeas se hizo desde el día 13 con el de acompañamiento de las organizaciones aliadas, las cuales garantizaron que cada uno llegara a sus hogares sin ningún contratiempo y con la motivación de seguir resistiendo y poniendo un granito de arena a este proceso de unidad que hoy germina en el pueblo campesino e indígena del Norte de Santander.
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